Nutrición en la Tercera Edad

No es infrecuente ver cómo muchas veces se descuida la alimentación de nuestros mayores pensando que, precisamente por su edad, la dieta no es un factor muy relevante para su salud. Creemos que sustituyendo las galletas estándar del desayuno por galletas sin azúcar y el pan convencional por su homólogo sin sal lo estamos haciendo genial, y nada más lejos de la realidad.

Una de las consecuencias del envejecimiento es la disminución de la capacidad para alimentarse y obtener los nutrientes necesarios, ya que el aparato digestivo experimenta cambios a medida que aumentan los años.

Por ello, en la consulta de nutrición atenderemos encantados a todas aquellas personas mayores que, con patologías subyacentes o sin ellas, deseen comer mejor y mejorar así su esperanza y calidad de vida, respetando siempre lo máximo posible las costumbres y tradiciones alimenticias de cada persona.